El arqueólogo responsable de la investigación, Blas Cabrera, ha señalado que los hallazgos se expondrán en el congreso interuniversitario que, organizado por la UCAV y otras universidades católicas, tendrá lugar del 1 al 3 de agosto en Ávila.

El proyecto, ha señalado la directora de la iniciativa y profesora de la UCAV, María Jesús Carravilla, comenzó hace un par de años, con el objetivo de recuperar el denominado palomar teresiano de la localidad.

Según el promotor de la investigación y vecino de la localidad, José María López, el siguiente paso será realizar una valoración “más objetiva” del nacimiento de Santa Teresa, para lo que se basarán, entre otros elementos, en la documentación existente sobre la casa, de la que se ha certificado que fue una casa “importante” en la época, que albergó el casamiento de los padres de la reformadora del Carmelo.

Restos
Para el arqueólogo Blas Cabrera, los restos de los muros y los suelos encontrados en la segunda fase de las excavaciones -junio y julio- podrían pertenecer a la casa palacio de la familia Cepeda y Ahumada en el siglo XVI.

En esta fase, han profundizado en los sondeos de la primera, dejando al descubierto un muro de dos metros con compartimentos que delimitan diferentes estancias, que, en algunos casos, están cubiertas por un pavimento de canto o de mortero de cal, en función del uso de la habitación.

También han quedado documentados derrumbes de cubierta de teja y un pavimento de unos 15 metros cuadrados que haría de antesala a la vivienda, formado por distintos motivos geométricos y que se conserva casi en su totalidad.

La interpretación de estos restos, según Cabrera, hace pensar en la “casa de los renteros” o en un uso agropecuario que tenían las fincas de esa época, destinada como paneras o fines ganaderos.

Distintas estancias

A esta construcción se añadieron distintas estancias, de modo que se ha encontrado un muro de cuatro metros de longitud y 0,80 de ancho, con un pavimento de losetas de piedra, que determina la extensión del inmueble y que se integra por debajo del monumento a La Santa que se colocó en 1962, porque ahí estaban las ruinas de la vivienda. También se adentra en la finca colindante. Esta estancia representa los restos más antiguos que se han encontrado.

En cuanto a la primera fase, realizada en abril y patrocinada por la Junta de Castilla y León, se realizaron sondeos exploratorios para demostrar la existencia de los restos atribuidos a la casa palacio de la familia de Santa Teresa, que abarcaron dos zonas de excavación donde, según la tradición popular, estaban los restos, coincidiendo con la ubicación del monumento de Santa Teresa, y una segunda zona, en las proximidades del Palomar, ya que los documentos señalaban la existencia de dos casas.