La propuesta es aumentar el consumo de leche de cabra en un mercado donde la de vaca es la reina por excelencia. Sin embargo, las propiedades de la de cabra son, según ha explicado el maestro quesero Francisco Alía, "más beneficiosas".

“Posee unos ácidos grasos que tienen la peculiaridad metabólica única de limitar depósitos de colesterol en los tejidos corporales”, además de ser una leche “entera, más sabrosa y homogeneizada naturalmente” y de proporcionar “casi todos los aminoácidos esenciales para un buen funcionamiento del organismo”, según el propietario de la quesería.

Suave
La leche de cabra -continúa- es “muy suave y de agradable paladar”, además de que en ella se aprecian los sabores del cereal y de los forrajes que comen las cabras a diario y se constituye en un alimento que tiene “multitud de propiedades nutricionales”.

También -destaca- se ha probado que la leche de cabra posee “muchas vitaminas”, que “la equiparan a la leche materna”, además de registrar unos niveles “muy bajos” de lactosa y caseína, en comparación con la leche de vaca, lo que la hace “más digestiva”.

Por eso y por la leche con la que trabajan a diario en esta quesería, que posee unas 700 cabras de raza malagueña, de una notable aptitud lechera y que se han adaptado perfectamente al clima de esta zona, la firma ha lanzado el nuevo producto.

Sin conservantes
La característica de esta leche, ha indicado, es que es un producto pasteurizado a la media hora de su ordeño, “una de las ventajas” de las queserías artesanas de campo y que también permite que el traslado sea directo desde el depósito de la ordeñadora a la quesería.

Con un periodo de caducidad de 21 días, sin ningún tipo de conservante ni aditivo alguno, esta leche de cabra, pese a su juventud, ya se está abriendo un hueco en tiendas especializadas de productos lácteos y en pequeños de Madrid.