Se trata de Hervé Plaza García y Antonio Jiménez Martín que, ordenados diáconos hace un año, fueron los protagonistas de una ceremonia a la que acudió un centenar de sacerdotes, casi todos de la diócesis abulense.

Natural de Muñogalindo, Antonio Jiménez acaba de cumplir 26 años. Junto a vecinos de su localidad natal, también acudieron fieles de la Parroquia de San Juan Bautista, del barrio de Las Hervencias, donde ha ejercido en el último año.

Cuando fue estudiante de Secundaria en el IES Jorge Santayana, en el último año de Bachillerato formó parte de la experiencia del Seminario en Familia, donde comenzó a plantearse en serio su vocación. De ahí pasó a Salamanca, donde estudió los últimos siete años, y donde se acaba de licenciar en Teología Dogmática por la Universidad Pontificia. Su primera misa seré en la iglesia parroquial de Muñogalindo el sábado 20.

De 30 años y natural de Arenas -donde ofrecerá su primera misa el domingo 21-, Hervé Plaza vivió en Baleares, y fue cuando ya mayor retomó el contacto con la Iglesia al acudir a la Residencia de Estudiantes de Santo Tomás.

Tras estudiar en Salamanca, desde hace tres años colabora en la denominada etapa pastoral  con el párroco de Sotillo de la Adrada, localidad desde también acudieron vecinos a su ordenación sacerdotal.

En la homilía, el obispo, Jesús García Burillo, aludió al centenario de Santa Teresa, que la uso como ejemplo a seguir por parte de los nuevos sacerdotes.

Con estas ordenaciones son seis sacerdotes nuevos en la diócesis en los últimos seis años. En el Teologado de la diócesis abulense en Salamanca estudian en la actualidad siete seminaristas mayores.