El prior del convento, David Jiménez, ha indicado que el proyecto se realizará “en un futuro”, después de haber conseguido restaurar la portada gótica del hospital, lo único que se conserva del edificio que albergó uno de los antiguos hospitales de la ciudad y, antes de él, un convento de monjas cistercienses, en el siglo XV.

El Club Rotary ha sido el responsable de la restauración de esta portada, cuyas obras han supuesto una inversión de 17.000 euros. Los trabajos han conseguido destapiar los vanos de la portada y dejar ver el interior del recinto, ahora cubierto por hierbas, pero que se convertirá en un jardín.

Restauración
La arquitecta municipal, Cristina Sanchidrián, ha sido la directora del proyecto de restauración, que se ha modificado con respecto a la idea original, con la que se pretendía remozar la fachada y reponer el mortero, ha explicado Pedro Villanueva, miembro del club.

Sin embargo, cuando se comenzó a picar el mortero, se comprobó que los sillares eran piezas completas hasta la parte trasera, que también se han recuperado, con el objetivo de ver el conjunto “como una escultura de bulto redondo”, de la misma forma que lo es la virgen que se encuentra en el parteluz.

Los trabajos, igualmente, han permitido dejar al descubierto las rosas labradas en el granito gris, típico abulense, que se han conservado durante cinco siglos, pero sin el tratamiento adecuado. Los peldaños de acceso al antiguo monasterio también han quedado al descubierto.

En este marco, el alcalde de Ávila en funciones, Miguel Ángel García Nieto, ha agradecido el destino de las aportaciones del Club Rotary, por preocuparse de la conservación del patrimonio abulense. El regidor ha visitado la restauración siete meses después de acabar las obras, que se llevaron a cabo a finales de 2014.

Para esta actuación, además, se ha contado con la colaboración del Club Rotary de Castelfranco, Asolo (Italia).

Historia
La portada del hospital es obra de Pedro de Viniegra y pertenece al estilo gótico renacentista. Fue finalizada en el año 1506, mientras que el hospital de Santa Escolástica fue fundado en 1470, gracias al deán de la catedral, Pedro López de Calatayud, y a su sobrino y racionero, Juan López de Calatayud, razón por la que el escudo de este apellido aparece en la portada.

En un principio, en el hospital se atendía a doce enfermos, seis hombres y seis mujeres, aunque no se ha determinado qué tipo de enfermedades trataban. No obstante, entre sus directrices, tenían prohibido atender enfermedades contagiosas, ya que para ello había en la ciudad otros hospitales, como el de Dios Padre o el de San Lázaro.

El hospital también proporcionaba asilo a los niños expósitos, aunque, en 1792, se reunificaron en el Hospital de la Misericordia los cinco hospitales más importantes de la ciudad, con lo que el de Santa Escolástica dejó de existir como tal.