Dos yuntas de bueyes han mostrado la tradición de trillar que desde hace medio siglo no se veía en el pueblo: unos la han recordado y la mayoría han podido ver cómo era esa práctica agrícola, e incluso han podido subir en la trilla, sobre todo los más pequeños.

Mientras, una recua de burros ha permitido que los niños dieran un paseo en una animal casi olvidado, y otros han montado en una pequeño carro tirado de dos carneros.

Una exhibición de carretas uncidas y el arrastre de troncos con bueyes son otras estampas desaparecidas de los pueblos que se han unido a degustaciones de migas del pastor y de Carne de Ávila, entre puestos artesanos y de productos típicos.

Y junto a ello música tradicional de Pulso y Púa, la coral Terpsícore, un espectáculo de magia y una representación teatral se han unido a una conferencia sobre el arte en la comarca por el profesor Raimundo Moreno.

También han podido verse los trabajos del concurso infantil de dibujo convocado por la Mancomunidad Valle Amblés, organizadora de la jornada festiva: la muestra fotográfica de útiles agrarios de Jesús Martín Calvo; y una exposición de maquinaria agrícola en miniatura de Mario Hernández.