Junto a esta localidad abulense, la fundación también ha reconocido la labor desarrollada con este fin en Fuenlabrada (Madrid), Villanueva de la Serena (Badajoz) y Somiedo (Asturias).

En su 15ª edición, el fallo de los premios reconoce el papel “fundamental” de los ayuntamientos como “las instituciones democráticas más próximas a la vida cotidiana, con una mayor incidencia directa en la calidad de vida y el bienestar de las personas”.

Los ayuntamientos seleccionados por esta fundación son especialmente significativos, por desarrollar políticas a favor de la actividad agrícola y ganadera, el apoyo a los productos locales y los mercados de proximidad; la imbricación entre producción agraria, desarrollo rural y otras actividades complementarias, como industria agroalimentaria, turismo rural, artesanía o gastronomía; y “su compromiso firme con la igualdad y el progreso de las mujeres rurales.

En el caso de Hoyos, la fundación ha destacado el haber sabido combinar el “respeto” por su entorno natural con la actividad ganadería y turística, además de ser uno de los municipios que conserva una actividad ganadera ancestral como es la trashumancia.

En el municipio, casi un 18 por ciento de los trabajadores se encuentra en el sector primario y las tierras se dedican, sobre todo, a los pastos (77 por ciento), seguidas de los bosques y también algo de regadío.