En cuanto a los tratamientos sociales, en España se es bastante descortés; por ejemplo ahora se tutea a todo el mundo. Hay que saber cómo tratar a las personas, ser corteses. En Estados Unidos o Alemania pueden tratar a una persona como doctor Tal, si tiene un doctorado, pero en España le pueden tratar de “oye tú”.

¿Cuáles son las causas de que se hable tan mal ahora?: con tacos por doquier, que  muchos hablen con palabras soeces, que se hable mal en los medios de comunicación.

La manera de hablar forma parte de la educación y la costumbre. Sobre las costumbres se ha perdido gran parte de la cortesía. Estando como estudiante en Austria, a un grupo nos dio por ir un día a una especie de bar-sala de fiestas. Iba con un jersey y no me dejaron entrar pues había que llevar chaqueta; pero ya estaban preparados para estos casos y un camarero me trajo una de prestado. Esto era así en España hace años; actualmente he notado que se come sin chaqueta, sin corbata, de cualquier manera hasta en restaurantes exclusivos.

Se comenta que la gente joven no está, en general, educada para la convivencia; ya no ceden el asiento a los viejos o a las mujeres. Si abres una puerta para pasar hay jóvenes que se aprovecharán para salir ellos, descortésmente, y ¡ay de ti si les llamas la atención!

Telefoneas a alguien y, si no está y dejas tu número de teléfono, es muy posible que no te devuelvan la llamada, y si haces varias llamadas e insistes tampoco la suelen devolver; esto no es así en otros países con los que he tenido, o tengo, relación.

Es corriente que estando visitando a alguien si le llaman por teléfono conteste a la llamada y no se excuse. En otros países suelen pedir permiso para responder al teléfono. En España no se tiene prioridad por hacer una visita personalmente pues la prioridad la tiene quien no se molesta en visitar y llama por teléfono. Lo correcto es pedir permiso para hablar por teléfono o excusarse y, si se prolonga, tratar de hacer esperar a quien llama por teléfono y atender primero a quien ha ido personalmente de visita.

Con motivo de mi trabajo o investigación he tenido que contactar con profesores, expertos o científicos de otros países y siempre me han contestado, pero en España nunca contestan salvo alguna rara excepción. Por ejemplo: en una ocasión escribí 19 cartas a 19 personas con puestos clave del Ministerio de Obras Públicas sobre algo de interés para ellos, con registro de entrada, y NADIE me contestó.  Lo mismo me ha ocurrido por decenas de veces en Ávila. Es imprescindible, necesario, que los empleados públicos tengan ya que estudiar y aprobar una asignatura sobre cortesía para seguir en sus puestos.

En cuanto a los políticos merece una larga mención aparte.

Me llama la atención que en las conferencias cuando algún oyente pide la palabra ni se identifican ni se levantan; en congresos los presidentes no llevan bien el horario, en general, y se pueden alargar las jornadas excesivamente.

Se están importando malas actitudes ajenas a nuestra idiosincrasia. En cuanto a actitudes ajenas, hace poco me comento un abulense comprador de frutas y verduras al por mayor que entre los chinos, que también van a comprar, alguno puede escupir sobre el género en venta siguiendo la costumbre de su país, lo que no es higiénico pero entra dentro de sus costumbres.

Hemos de darnos cuenta de que nos están dando ejemplo de cortesía los inmigrantes que vienen de los países de América donde se habla español.

Gran parte de los españoles no te darán las gracias si les haces un favor o les regalas algo. Les puedes invitar a una reunión y hay quien no acude ni se excusa.

En fin, sobre la conducta social de los españoles en general, la opinión de las personas mayores es que se han perdido los modales que ayudaban a la convivencia. Es como si estuviéramos enfrentándonos unos contra otros y ya tuvimos un 36.

He aquí una tarea para los educadores, padres, maestros y profesores y hasta para los estudios universitarios.