La experiencia de esta empresa en el campo de la restauración de bienes culturales en la ciudad de Ávila durante las últimas décadas permite conocer algunas de las obras más emblemáticas de la ciudad, como el monumento a los hombres ilustres, la popular ‘Palomilla’, que fue restaurada en el año 2002.

Diseminados por la capital abulense, se pueden encontrar diferentes monumentos, tanto civiles como religiosos, que han pasado por las manos de las restauradoras de esta empresa y que, a menudo, pasan desapercibidos.

Es el caso de dos lienzos históricos de gran formato ubicados en los palacios de Polentinos, sede del Archivo General Militar, y de la Audiencia Provincial, respectivamente, pero también de algunas obras que se pueden contemplar en la catedral, en el palacio de los Verdugo o en el rehabilitado palacio de Superunda y su colección del pintor Guido Caprotti.

La restauración también ha llegado a otros elementos muy venerados, como obras de la Semana Santa de Ávila que pueden verse en las procesiones de la Archicofradía de Jesús de Medinaceli, el Cristo de los Estudiantes o la Santa Vera Cruz, según detalló Fuentes en la conferencia que bajo el título 'Restaurando en Ávila' se celebró el día 7 en el Episcopio.