El nombre que la empresa Lely ha puesto a la nueva maquinaria dice mucho de ella, se llama Astronaut A4., y ha sido instalada en una explotación de Santo Tomé de Zabarcos, que este sábado ha celebrado una jornada de puertas abiertas, a la vez que en todo el mundo, para mostrar a otros ganaderos la evolución de los sistemas de cuidado y ordeño del ganado.

De momento, en el primer mes, el ganadero ha visto como la producción de leche ha crecido en un 10 por ciento, de 36 a 40 litros, “aunque puede llegar a 42 ó 43”, según el propietario, José Luis Hernández, quien ha afrontado “una fuerte inversión” de la que “espera sacar partido” a pesar de los problemas con el precio de la leche.

En una instalación totalmente nueva cuenta con 60 vacas integradas en el robot, aparte de más de un centenar de leche y carne que mantiene en la vieja granja.

Bienestar
“Para mantener las vacas sanas, hay que controlarlas de cerca y atender las necesidades de cada una individualmente para que disfruten de un bienestar optimo y producción”, señala Estrella Garcinuño, de la compañía inventora del robot, que destaca como una persona sola puede hacerse cargo de explotación así.

Además del nuevo robot de ordeño, cuenta con un arrimador automático de ración, que es “otro robot que facilita el alimento automáticamente a cada animal”, y luces de fotoperíodo que regulan la luz según la hora del día, por la noche son rojas y amarillas, y que son uno de los factores que aumentan la producción. Pero también cuentan con un cepillo para “el confort de las vacas”, un aparato con motor autónomo mejorado sobe los anteriores; junto a un tanque de refrigeración de leche conectado al robot de ordeño.

Un sistema informático de gestión de toda la explotación, donde van anotados los datos de cada animal, y una revolucionaria barredora automatizada de pasillos que los mantiene “siempre limpios”, completa una novedosa granja donde el equipamiento ha facilitado “una asombrosa adaptación del ganado y excelentes datos de producción”.

La maquinaria y el equipamiento han rondado los 150.000 euros. Lely instaló su primer robo de ordeño hace 20 años en una granja de los Países Bajos, mientras que en Ávila llegó en 2001, sólo había cuatro en Castilla y León, pero el denominado modelo inteligente no ha llegado hasta ahora, cuando se han puesto en marcha cuatro en la Comunidad: además del de Ávila, en Palencia, Salamanca y Segovia.