Del total de vacunados, el 8,03 por ciento (9.372 personas) tenían una edad igual o inferior a 59 años, mientras que un 34,5 por ciento (9.404 personas) tenía entre 60 y 64 años y el 69,08 por ciento (28.424 personas), más de 65 años. A ellos se suman los mayores de 75 años (24.142 personas), que han supuesto el 75,9 por ciento de los vacunados.

En Castilla y León, la tasa de vacunación esta campaña ha superado “ligeramente” a la anterior, con un 22 por ciento de la población vacunada, aunque el número absoluto de vacunados se ha reducido en “más de 2.000”, con 549.122 personas.

Grupos de riesgo

El objetivo de Salud Pública con la vacunación frente a la gripe -aplicada de forma combinada con la antineumocócica para aquellas personas que la tienen recomendada- es proteger a los grupos de riesgo sanitario y a aquellos otros colectivos que desarrollan trabajos necesarios para la sociedad.

De esta forma, se evitan complicaciones y hospitalizaciones y se limita la circulación del virus y su contagio. Esta labor preventiva también tiene su reflejo en el descenso de las bajas laborales y en evitar una mayor presión sobre el sistema asistencial, ha señalado la Junta.

Novedades
Para atender las necesidades de la campaña autonómica la Junta ha destinado 3.175.764 euros, de los que la mayor cantidad, 2.728.440 euros, han correspondido a las dosis antigripales y el resto, 447.324, a las antineumocócicas.

En esta última campaña, la Consejería de Sanidad ha puesto puso en marcha dos novedades respecto a las anteriores: por un lado, la utilización, en la población de entre 18 y 69 años, de vacunas de desarrollo celular que, al no presentar trazas ni de huevo ni de antibióticos, reducen significativamente la posibilidad de alergias, además de ser más eficaces, especialmente, ante la gripe A/H3.

Por otra parte, en la vacunación frente al neumococo, se ha utilizado la conjugada 13-valente, especialmente destinada para pacientes pertenecientes a determinados grupos de riesgo sanitario.