La campaña ha incluido el registro, en la Subdelegación del Gobierno de Ávila, de un escrito dirigido a directivos del Ministerio de Agricultura en el que dejan constancia de sus reivindicaciones para profesionalizar su trabajo.

Las BRIF llevan, indican en el escrito, 23 años prestando servicio de emergencias, demostrando su capacidad de gestión y trabajo ante este tipo de contingencias y siendo referencia a nivel nacional en incendios forestales.

Mejorar condiciones
Pero este dispositivo “debe dar un paso hacia delante”, para lo que demandan medidas como la consolidación de los profesionales con una partida presupuestaria fija en los Presupuestos Generales del Estado o garantizar unas condiciones laborales y salariales “acordes a un trabajo de especial riesgo y penosidad”.

Dado el “gran esfuerzo, desgaste, toxicidad y la alta tasa de siniestralidad” que implica esta actividad, las BRIF reclaman que se les aplique el coeficiente reductor de la edad de jubilación, además de que se reconozca que el servicio que desarrollan es “a menudo desconocido”, pero “indispensable para proteger el medio natural, las infraestructuras y a las personas”.

Estos trabajadores han anunciado, al respecto, que a partir de esta primavera reanudan las protestas ya iniciadas en la campaña de extinción 2015, a través de un calendario de movilizaciones, con seguimiento de todas las bases repartidas por territorio peninsular e insular y haciendo especial hincapié en la campaña de extinción 2016.

Apoyos
Al registro del escrito se ha sumado una mesa informativa en el Mercado Grande, en la han expuesto la problemática de las BRIF, además de desarrollar la iniciativa ‘Yo apoyo a los bomberos forestales’, mediante la cual la gente que quisiera podía hacerse una foto con un pequeño cartel en apoyo al colectivo y que con posterioridad será publicada en distintas redes sociales.

Estos trabajadores han llamado la atención sobre las tareas que realizan de extinción de incendios, pero también, durante los meses de menor riesgo de incendios, sobre las labores preventivas, que van desde adecuaciones a la resinación de pinares, quemas controladas para la mejora de pastos y paso de ganado hasta la eliminación de combustible en las masas para evitar la propagación de incendios forestales, entre otras.

También han aprovechado para informar de la “triste realidad” que viven los trabajadores de las BRIF, “marginados” por la empresa Tragsa, que “les niega el acceso a las condiciones más beneficiosas de las que sí disfruta el resto de trabajadores de la empresa”.