El Museo de Adolfo Suárez y la Transición (MAST), acogerá durante dos años, inicialmente, esta obra cedida por De Giráldez, en la que los nombres de la vida política del expresidente se descuelgan de las ramas de un níspero con frutos anaranjados que simbolizan la fortaleza y presencia de UCD, el partido que lideró, en los años de la transición.

Junto a ellos, del árbol también cuelga una cereza, justo encima de un sobre en cuyo remitente se lee el nombre de Santiago Carrillo, una fruta que simboliza, para Diego de Giráldez, el Partido Comunista, mientras que, en la parte izquierda, una rosa rodea a nombres como Felipe González, también destacado personaje en la historia política del momento.

Nombres
Los 38 años que abarcan desde el nombramiento del político como presidente del Gobierno hasta su fallecimiento se resumen en nombres que aparecen coronados por el sobre del rey Juan Carlos I, tras el que, un escalón más abajo, aparece el del propio Suárez y, un poco más abajo, los de su primer Gobierno, los padres de la Constitución o ministros que estuvieron bajo su presidencia.

Torcuato Fernández Miranda, Miquel Roca, Manuel Fraga, Fernando Abril Martorell, Leopoldo Calvo Sotelo, Soledad Becerril o Rafael Arias Salgado son algunos de esos nombres que concluyen, en el nivel inferior, con el de Alfonso Guerra, un político que se enfrentó con dureza a Suárez, pero que, una vez retirado el cebrereño, no dejó de visitarle y acudir a sus homenajes hasta el último momento.

En la obra no falta el propio Adolfo Suárez, que aquí aparece en blanco y negro para significar que “sale de la oscuridad para vigilar” que el proceso de la transición discurra en un clima de paz y concordia.

Para el artista, que ha tenido la oportunidad de profundizar en la figura de Suárez con esta obra, el expresidente consiguió una “unión” que en momentos fue “difícil”, pero que hizo “que el país fuese a mejor y lo hiciera de forma estable”.