Entre las peticiones realizadas por estos trabajadores, se encuentra el permitirles tener un arma corta, que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente les retiró hace un año, al entender que puede ser un recurso disuasorio de defensa y seguridad.

Muñoz ha recordado que el cincuenta por ciento del territorio de Castilla y León es forestal, lo que suponen 4,8 millones de hectáreas, y de ellos 2,9 millones corresponden a superficie arbolada.

Para la vigilancia de estos espacios, en la Comunidad hay unos 850 agentes forestales que, a juicio del diputado socialista, “deben tener todas las herramientas necesarias para conseguirlo”.

También ha considerado fundamentales medidas como integrar a los agentes en los servicios de emergencias 112, la modificación del Reglamento de Armas y la del Reglamento General de Vehículos para que los vehículos de los agentes forestales puedan utilizar la señal luminosa de vehículos prioritario de color azul.