Su esposo y sus hijos fueron los encargados de recoger el galardón, que contó con una ovación en el tradicional encuentro que celebra este colectivo con motivo de la festividad de San Juan de Dios.

El galardón, destinado a reconocer la trayectoria profesional o valor humano que han destacado social y profesionalmente, fue acordado por la junta general del colegio al poner de manifiesto como rasgo fundamental de la compañera "su afán de superación a lo largo de su trayectoria vital y, sobre todo, como enfermera". "Rosa era una estrecha y sutil fusión entre una brillante enfermera y una gran persona", han dejado plasmado sus compañeros.

Estudio y ejerció como auxiliar de enfermería y técnico de jardines de infancia, y "demostró inquietud por seguir progresando". Se diplomó como enfermera en 1991 en la Universidad de Salamanca, y desarrolló su actividad profesional como enfermera en los dos ámbitos asistenciales de primaria y especializada, ejerciendo sobre todo en Urgencias y Cirugía, en hospitales de Segovia y Ávila, hasta su fallecimiento por enfermedad en mayo de 2014.

Sus compañeros han recordado su "perfil humano, revestido de las cualidades necesarias para abordar el cuidado, la ayuda y el trato dispensado a los pacientes y a los compañeros", porque "nunca le faltaba una alegre sonrisa o un gesto de apoyo, cariño y ánimo para quien lo precisara". Altruismo, ayuda y entregarse a los demás "aportando lo mejor de sí misma sin esperar nada a cambio", destacan de ella.

"Durante toda su vida profesional, siempre hizo aquello por lo que siempre luchó y vivió, que era ayudar y cuidar a los demás", según pusieron de manifiesto al proponerla para el galardón.