La huella de carbono supone el cálculo de la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero, básicamente de CO2 equivalente, que son liberadas a la atmósfera debido a la actividad que desempeña Pronisa en la asistencia y atención integral de personas con discapacidad.

Dentro de la responsabilidad social medioambiental, la huella de carbono es una herramienta de gestión para cumplir la legislación medioambiental y reducir los impactos adversos generados por el cambio climático.

La huella de carbono calculada es de 231,8 toneladas de CO2 equivalente, cifra que se considera "moderada".

A partir de ahí, la organización se compromete con un plan de reducción para ahorrar energía y optimizar procesos, de tal modo que se trabajará para reducir las emisiones de cada año al menos en un cinco por ciento del total.

Para ello tiene en marcha más de 40 medidas orientadas a disminuir el consumo de energía, la mejora competitiva en el sector, formación y sensibilización de los trabajadores, minimización de riesgos, mejora organizacional y disminución de costes energéticos.