Al recibir 1.700 kilos de alimentos de la Subdelegación del Gobierno, ha manifestado que se destinarán a un centenar de familias, cifra que "no ha disminuido" en el último año.

"Hace unos años eran sólo familias de inmigrantes las que acudían a las parroquias y a otros lugares donde se les podía atender, pero ahora ya son la mitad" de los reciben atención, ha explicado, "agradecido por el gesto solidario".

"Hay un cierto deterioro en la psicología de muchas familias", ha señalado, ya que los efectos de la falta de recursos "hace estragos, no solamente a nivel económico". "Hay muchas personas que están notando el no poder dar de comer a sus hijos", por lo que "su psicología se va resintiendo".

Humanidad
Gil ha dicho que la parroquia hace "una gran tarea": junto a entregar alimentos llevan a cabo una labor "de acogida, de escucha y de ayuda". "Sin ser psicólogos ni especialistas en nada, podemos decir que somos especialistas en humanidad y acogemos a las personas lo mejor que podemos", ha manifestado.

El subdelegado del Gobierno, José Luis Rivas, ha entregado al párroco 1.700 kilos de  alimentos, aportados por funcionarios de la Administración General del Estado, de la Escuela Nacional de Policía, Comandancia de la Guardia Civil y Comisaría.

Rivas ha justificado la campaña entre los empleados públicos en que "hay mucha gente necesitada", de ahí "el esfuerzo de los funcionarios", a los que hay que "agradecer el esfuerzo que han hecho".

"Que disfruten -ha dicho- con estos alimentos y que sepan que siempre estaremos en la medida que se pueda, y colaboraremos, porque en momentos tan difíciles todo el mundo tiene el mismo derecho".