Una como una de las mujeres más ricas de España y con "la tranquilidad de su futuro asegurado", y su abuela desde su origen "muy humilde, en tiempos en los que las mujeres no tenían ningún derecho".

Ambas "rompieron moldes y se pusieron el mundo por montera", porque se enfrentaron a "dificultades de todo tipo".

'La princesa Paca: la gran pasión de Rubén Darío' es la obra dedicada a su abuela, Francisca Sánchez del Pozo, natural de Navalsáuz y el "gran amor" del poeta nicaraguense, con el que tuvo cuatro hijos -de los que tres murieron-, y al que conoció en 1899 como hija de un jardinero de la Casa de Campo.

Normas sociales
Villacastín (Ávila, 1947) ha presentado en el Episcopio una obra que reivindica a las mujeres a las que representa su abuela, "que luchó contra las normas sociales de una época".

Y así ha rememorado como el autor de 'Azul' encontró con ella "la paz en un hogar y familia que no había tenido" y tuvo "una relación familiar muy intensa con toda la familia".

El escritor Amado Nervo -que compartió piso con la pareja- le puso el apodo de 'princesa Paca' dado que a Darío lo llamaban 'príncipe de las letras'. Ambos autores le enseñaron a leer y escribir, según ha recordado Villacastín.

Gran legado
Ha rememorado los 16 años en los que vivió con su abuela, así como su trabajo en el archivo de Rubén Darío, en el durante dos décadas catalogó el "gran legado" que ella dejó al Gobierno español. Esto fue posible gracias a su abuelo, José Villacastín, segundo marido de Francisca Sánchez, que dedicó "toda su fortuna" para reunir la obra del autor modernista dispersa por Hispanoamérica.

Por otra parte, la periodista se encuentra muy satisfecha por la "buena acogida, sobre todo entre los jóvenes", que ha recibido su obra que, publicada en julio, en breve verá aparecer su quinta edición, y a finales de diciembre comenzará a ver la luz en América.