Hinduismo, judaísmo, islam, budismo y cristianismo se han dado cita en varios encuentros de oración, reflexión y meditación en el que el representantes de cada religión han pronunciado un texto de su texto sagrado, con el denominador común de pedir "por la paz y el amor en el mundo".

"La búsqueda de elementos comunes y el respeto a la diferencia suponen un paso para construir una sociedad más tolerante", según se ha puesto de manifiesto por parte de los representantes de las diferentes comunidades religiosas asentadas en España.

Mancomunar esfuerzos
Han coincidido en que del diálogo interreligioso "surge necesariamente un espíritu encaminado a mancomunar esfuerzos en busca de una sociedad más tolerante, en favor de luchar por la justicia, por la paz y por la libertad", según Mirna Torbay, profesora del Centro de Estudios Teresiano-Sanjuanistas (CITES).

Las distintas experiencias de diálogo y de intercambio demuestran el enriquecimiento, porque “la apertura a las otras religiones enriquece a los creyentes de cada una de ellas e invita a un espíritu de unidad”.

Eloy Portillo, de la Federación de Comunidades Budistas de España, ha abogado por “ser valientes, por la valentía de abrirse a los demás"; mientras que Bhakti Das, maestro en la tradición hinduista y representante de DivineLIfeSociety, esta experiencia de acercamiento a otras creencias se resume en una frase de Mahatma Gandhi: “aquel que llega al corazón de su religión, llega al corazón de los demás”.

Centenario
El centenario de Santa Teresa ha sido referencia del encuentro. El musulmán Sheij  AbdelWahid Martín, de la comunidad madrileña TariqatNaqshbandi, se ha referido a la mística de la santa "como un fuelle que impulsa el fuego de amor a la divina presencia".

Desde la Orden del Carmelo Descalzo, Jesús Sans, se ha añadido que "Teresa sigue estando de plena actualidad porque nos sigue llamando a la interioridad a la vez que nos llama al diálogo y a la comunión de todos".

Para el director del Centro Internacional de Estudios Místicos, Javier Sancho, este encuentro ha sido una muestra de que, "con unas relaciones de mayor tolerancia, se puede construir un mundo más solidario y más comprensivo porque, al fin y al cabo, las sociedades de hoy son interculturales e interreligiosas".