Los esponsales de Alonso Sánchez de Cepeda y Beatriz Dávila de Ahumada han sido revividos en la mañana del domingo, en la que los novios llegaron desde Ávila y Olmedo (Valladolid).

De la mano de Juan José Gómez Úbeda, el enlace se ha celebrado en el atrio de la iglesia de San Miguel Arcángel y con la presencia de más de un centenar de vecinos, si bien en realidad tuvo lugar en la Casa Palacio de los Ahumada, ya que antes del Concilio de Trento las bodas tenían lugar en la casa de alguno de los novios.

Uno de los cinco actores aficionados hacía el papel de abuela, encargada de dar el consentimiento a la boda, ya que su marido, Juan de Ahumada, había fallecido. La ceremonia ha recreado las cartas de casamiento y de arras, incluían la dote del padre de la santa, y el compromiso de Alonso de pagar 1.000 florines de oro si se disolvía el matrimonio.

También se ha rememorado la ceremonia de la "velación": un velo cubría la cabeza de Beatriz Dávila de Ahumada y uno de los hombros de Alonso Sánchez de Cepeda para sellar el matrimonio.

Antes de un banquete con torreznos y chorizo de matanza, guiso de aves -por el palomar de la familia de Santa Teresa, y queso y uvas gordas -porque en la zona había viñedos entonces-, se ha celebrado una misa en la que cinco parejas de Gotarrendura y una de Ávila han renovado sus votos matrimoniales.