Según el Consistorio, con un presupuesto de 50.000 euros, se han habilitado en una antigua zona de enterramiento libre que tradicionalmente se había dedicado a inhumaciones de quienes no adquirían una sepultura en régimen de titularidad o dominio.

En los trabajos se ha actuado sobre una superficie de 414 metros cuadrados, se han extraído 630 metros cúbicos de tierras y se han manejado casi 200 módulos de hormigón prefabricado, además de crearse dos pequeñas zonas ajardinadas, y se ha hormigonado y dotado de desagües a toda la zona para evitar filtraciones en el terreno. También se ha abierto una nueva puerta a la calle, y se ha hecho una limpieza general de un recinto de casi 5.000 metros cuadrados con más de mil sepulturas y nichos.

Estiman que después de dos años se llegará a la ocupación del actual recinto, por lo que ya se plantean buscar una solución a largo plazo.