"Seguro que nos hemos equivocado muchas veces, pero no por la astucia de quedarnos con un euro", ha manifestado al hablar sobre la explicación del presidente de Extremadura, al que ha defendido: "tiene todo el respaldo, todo el cariño y todo el aprecio  mío y del PP de Ávila".

"Es una persona honesta que se ha hecho a sí mismo y que ha renunciado a muchas cuestiones", porque "no está en política por el euro y mucho menos por el céntimo de euro".

Sanz ha avalado la versión de Monago sobre los viajes: "no eran 32 sino que eran 16, y yo eso lo sabía, vi el documento emitido por el letrado de las Cortes". Y se ha mostrado por los detalles ofrecidos: "ha explicado los 22 viajes que ha hecho a las islas y ha pagado de su bolsillo".

También ha lamentado que se haya "mancillado su vida familiar", y ha pedido "no entrar en las cuitas personales por muy personaje público que sea".

Supervisión
Tras recordar que la posibilidad de los viajes de los parlamentarios tiene su origen en 1978, Sanz ha asegurado que "el 99 por ciento de los diputados y senadores de la democracia han hecho un uso racional y justo" de los desplazamientos.

"En el supuesto de que haya habido alguien que haya hecho un mal uso, que se actúe contra ellos", ha indicado, a la vez que ha manifestado que existe "un proceso de negociación" entre los partidos para definir este asunto.

Se han controlado
A pesar que el presidente del Congreso, Jesús Posada, dijo que no tenía intención de controlar los viajes, el senador ha dicho que hasta ahora "se han venido controlando y regulando por la cámara, y debe seguir regulándose", a la vez que ha añadido que "hay una responsabilidad de los grupos políticos que hay que seguir ejerciendo".

"Es una labor de supervisión, que no es control", ante las peticiones que se realizan a los parlamentarios para viajar a distintos lugares.

Según Sanz, "lo privado es privado y no se carga al erario público, ni mucho menos". "Garantizo -ha añadido-, hasta donde yo conozco, que no se ha hecho un abuso y se ha hecho un buen uso de la tarjeta de peaje de autopista, de la tarjeta de avión o de Renfe, y que se ha autorizado bajo la supervisión y el control de la cámara y de los grupos parlamentarios".