Según el ganadero Alfredo Fernández Sánchez, el hecho parece difícil de creer, pero ha sido reconocido por los agentes medioambientales de la Junta, de acuerdo al informe que han elaborado.

El rebaño de El Herradón había regresado pocos días antes del Valle de Amblés, dónde se trasladó para aprovechar la rastrojera desde primeros del mes de julio. Al acudir en la mañana del martes al aprisco, el ganadero se encontró con que los lobos se habían metido en el corral anejo, que dispone de un cerramiento con zócalo de piedra y el resto alambrada. Pero es más, se habían introducido a pesar de haber en el corral tres perros mastines y un pastor leonés, que rompió la cadena con la que estaba atado y escapó.

Las ovejas se apelotonaron y rompieron parte del cerramiento, habiendo desaparecido siete. Según los agentes ambientales, de no haber habido tres mastines, los daños hubieran sido mayores. El ganadero añade que las reses sufren un gran estrés y las pérdidas se incrementan en abortos y fertilidad.

En Santa Cruz de Pinares, el jueves dos terneros fueron devorados por los lobos, y la semana pasada mataron un ternero junto al casco urbano de Navalperal de Pinares, y el miércoles acabaron con dos terneros en el mismo término municipal. Las últimas semanas otros 12 terneros han muerto en los términos de Santa Cruz de Pinares y en El Herradón.

UCCL ha instado a la Junta a que adopte la decisión de matar varios ejemplares de cánidos para reducir los daños y ha llamado la atención que los ataques cerca de los núcleos urbanos, como en Navalperal de Pinares y en la capital, pudieran dar lugar a ataques a personas.