200 viajeros pasaron el domingo en la capital abulense, adonde llegaron en un tren propiedad de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid, que mantiene vehículos que les cede la empresa ferroviaria..

Los sacan para, después de restaurarlos como si fueran nuevos, mostrar con un orgullo vagones que circularon muchos años por las vías férreas españolas.

Tirando una máquina del año 1981, conocida como 'gato montés', visitó la estación un vagón denominado furgón, que transportaba el correo y equipajes; un coche-cama; otro de departamentos de segunda clase con literas; un coche-salón de primera clase; un coche de departamentos de primera clase; y un vagón mixto, que data de 1988 y que todavía puede verse circular.

El tren, como indicaban las viajes placas que soportaban los vagones, viajó de Madrid-Chamartín hasta Ávila con parada en la estación de Villalba.

Auténticos seguidores del ferrocarril, los miembros de la asociación madrileña preparan sus viajes al mínimo detalle, como reconoce uno de ellos, Andrés Moreno, quien forma parte del escenario de la expedición, vestido como un interventor de hace unas décadas. Los billetes expedidos para la ocasión son idénticos a los de entonces.