La reorganización de servicios sanitarios en Ávila por la Junta “en modo alguno afecta a la calidad de la asistencia sanitaria que se presta en nuestra provincia”, según la respuesta a las críticas del PSOE de la secretaría de Sanidad del PP, de la que es responsable Jesús García Cruces.

Aseguran que “sólo adoptando medidas de racionalización del gasto en servicios esenciales, estamos garantizando su viabilidad y, por tanto, una asistencia de calidad”, porque “lo contrario no es más que demagogia e irresponsabilidad, condiciones estas que fruto de la dejadez del pasado gobierno socialista han abocado a nuestro país a una difícil situación”.

La viabilidad del Sistema Nacional de Salud depende de “decisiones firmes que blinden la esencia de uno de los pilares de nuestro estado del bienestar”, porque “no hace nada, como propone el Partido Socialista nos llevaría a una situación crítica”, cuando existe un “lastre” de ocho en el que el sistema ha carecido “un liderazgo necesario para cohesionar el sistema y que el ciudadano no sea víctima de la atomización en 17 subsistemas sin una estrategia global”.

Para avalar estas críticas indican que entre 2009 y 2011 la deuda del sector sanitario ha aumentado un 173 por ciento, y solo en 2011 ha crecido un 83: “ante esta quiebra técnica, el Gobierno ha tenido que tomar decisiones para evitar que esta situación se mantenga con el fin último de proteger la sanidad de los efectos de la crisis”.

Al PP le “sorprende” la actitud de la procuradora Mercedes Martín “ante medidas que tan solo pretenden racionalizar el servicio sanitario”, y que “renuncia a aportar soluciones concretas para la racionalización de los servicios sanitarios en la provincia, con lo que vuelve a demostrar su falta de compromiso con la ciudadanía y su apuesta continuada por la demagogia”.

Apelan al “esfuerzo común y a la responsabilidad de todos” y “reconocen” la “actitud y el compromiso de los profesionales ante una situación tan difícil como excepcional”.