Iván Santacruz, en una actuación en la que unió magia, ilusionismo, música y humor, entusiasmó a un público con muchas caras infantiles; al igual que el espectáculo 'Conjuro' de Yunke dejó boquiabiertos a unos espectadores que no dieron crédito a lo que veían era... magia.

La humedad de la noche no impidió que el público no hiciera un alto para observar los trucos ambulantes que llevaron los magos por las calles, lo que se complementó con la música que sonó en los palacios. Gotelé, previstos en Los Verdugo, trasladaron su música al cubierto Palacio de los Superunda.

Todos los monumentos abiertos registraron una importante afluencia, al igual que el tuk-tuk y el tren turístico, que viajó lleno dejando una larga cola de espera para dar una vuelta gratuita.

'Ávila mágica' continúa el sábado.