El ex de uno de los dúos más exitosos de los últimos años presentó su segundo disco en solitario, en el que define un estilo propio ya más alejado del sonido que le hizo popular. Con sombrero y su guitarra, salió al escenario, donde proclamó "que no mueran los cantantes".

Conseguido el disco de oro, fue dejando sobre la plaza de toros los sonidos de ‘Pólvora’, melodías con riffs de guitarra como protagonistas y estribillos coreados con entrega por sus seguidores, sobre todo en temas como ‘Terriblemente cruel’, ‘Palomas’, ‘De hueso una flor’ o ‘Vértigo’.

Durante hora y media, y tras la actuación de Sidecars como teloneros, José Miguel Conejo Torres se dio a un público entregado, como cuando hace unas semanas abrió el concierto de los Rolling Stones en el Santiago Bernabéu. Ávila fue un alto tras recorrer media España y llegar desde Argentina, antes de continuar su gira por otras ciudades como Cádiz, Murcia, Guadalajara o Málaga.

El sonido de Leiva toca la contundencia y lo melódico, y entre sus canciones en solitario, algunas de Pereza, como ‘Animales’, ‘Windsor’ o ‘Como lo tienes tú’. Y para terminar, pidió al público dejar los teléfonos móviles y escuchar y "mirarnos a los ojos, como hace diez años", para entonar ‘Lady Madrid’, con la que despidió ante un público acunado con esa canción.