En ese fervor religioso, los ateos no dejamos de observar una similitud entre esos mensajes de lucha contra la casta, los mercaderes de la Troika que ofenden al dios pueblo y la promesa del paraíso de una renta para cada español; con las admoniciones de los curas y obispos a las beatas en las novelas del diecinueve, es decir, encima, rancios.

Esa sustitución de los romanos por el neoliberalismo, del sanedrín por el Congreso de los Diputados y de la Virgen María por las feministas, no es más que cambiar la mitología católica por otra, pero el fondo de fanatismo y meapilismo al que llevan es el mismo. Alardear de modernos para acabar proclamando al Mesías no deja de tener su gracia.

Está forma infantil y religiosa de presentar la realidad (el Bien, es decir los votantes y lideres de Podemos, únicos poseedores de la luz y la verdad, enfrentándose al Mal, a los perversos demonios de la casta, los mercados y la banca), es lógico que cale en el cenagal de corrupción y farsa en que se ha convertido España.

Ahora bien, el problema de estos nuevos beatos, es la contraposición de lo que dicen, con lo que hacen, y especialmente con lo que hicieron, así las soflamas del nuevo Mesías, sobre la democracia participativa, choca con su boicot activo en la universidad a Rosa Diez, ¿consiste la democracia de Podemos en impedir hablar al adversario?

Esas alabanzas a Eta  y a la miserable y nazi izquierda abertzale vasca, se compagina poco con la ética y la empatía con los que sufren. ¿es compatible la democracia con la simpatía por los asesinos y sus cómplices?

Pontificar sobre el secuestro de la Soberanía Popular en España desde un canal de la televisión pública de Irán, país donde quizás el profeta  de Podemos se encuentre  muy a gusto, pero donde se mata y encarcela a los homosexuales, se humilla a las mujeres, y la disidencia política se castiga con la muerte, es difícilmente compatible con las bobaditas sobre democracia real. ¿Es ético callar sobre la violación salvaje de derechos humanos en Irán, para poder hablar del secuestro de la Soberanía Popular en España?  

Uno no entiende las críticas a la casta política española, para aceptar los privilegios en forma de medios de comunicación de la asesina casta clerical iraní.

Los hechos están ahí, son los que son, a partir de ellos uno puede pensar en los señoritos de Podemos como regeneradores, nueva izquierda o milongas varias, al fin y al cabo el creyente es producto de la fe, pero juzgando sus hechos y dichos, otros vemos en Podemos el tartufismo, la farsa y el peronismo del más viejo y rancio estilo.

Sustituir ideas por eslóganes y apelaciones a sentimientos sobre el análisis de la realidad, es lo genuino de la casta política, y en Podemos no hay otra cosa más que eslóganes, pintadas cantarinas y sentimentalismo ñoño.   

Viendo esta  histeria colectiva que ha provocado Podemos en la partitocracia española de PSOE, PP e IU, se acuerda uno del secreto don que tienen los señoritos,  ya saben, aquel don mediante el cual, cuando coinciden…. se reconocen.