Lo más llamativo es la visita nocturna al inmueble gracias a la instalación de iluminación interior, que mediante un sensor que detecta el movimiento ilumina el edificio, de tal modo que las personas que se acercan pueden ver el interior del repartidor a través de una reja. Para ello se ha sustituido una puerta de madera original por un enrejado que facilita la visión al visitante.

Los trabajos para remozar el edificio han incluido, en el exterior, la retirada de la a maleza que cubría el edificio, las bocas por las que entra y sale el agua y el tejado, dónde la vegetación había alcanzado más de 40 centímetros de espesor. Además, se ha mejorado la cubierta instalado onduline y teja cerámica curva antigua.
En la entrada se ha empedrado el exterior y se ha instalado un banco.

En el interior, se han renovado las compuertas de reparto pero conservando su aspecto original, con elementos existentes que estaban en buen estado, como los usillos y los vástagos.

También se ha sustituido la madera de las compuertas para el control del agua y el solado se ha empedrado igual que en el exterior.