Se trata del edificio que acogió hace décadas un establecimiento de ultramarinos, que todavía luce el cartel de Spar. Se encuentra situado en el número 45 de la avenida de Madrid, a un lado de la vía en que no hay edificaciones.

El Consistorio instó en el año 2011 a demoler el edificio ante la imposibilidad de rehabilitar o reconstruir el inmueble. Al no haberse derribado totalmente, ya que sólo que eliminaron las cubiertas y parte de los muros superiores, se ejecutará la demolición total según el proyecto elaborado por los técnicos municipales.

El acuerdo ha sido adoptado en la Junta de Gobierno Local con el argumento de que el edificio "no puede ser rehabilitado ni reconstruido al estar en una zona calificada como espacio libre público, en uno de los lugares emblemáticos de la ciudad".

Expropiación
El teniente de alcalde y portavoz del equipo de gobierno, José Francisco Hernández, ha explicado que la operación será acometida por el Ayuntamiento a partir de un expediente de expropiación que aún no ha sido resuelto.

Según Hernández, el presupuesto de ejecución de la demolición es de 20.332,36 euros, a los que se sumarán otros 5.250 euros por la gestión de los residuos.

Ambas cantidades serán deducidas al propietario del importe derivado del justiprecio que el Consistorio le deberá abonar por la expropiación del inmueble, que según ha explicado el teniente de alcalde, "obstaculiza la visión plena de la muralla" en el lienzo norte. El expediente de expropiación se inició hace más de una década.

También ha recordado cómo el Consistorio de la capital abulense autorizó la demolición de este edificio instando a su dueño a que lo demoliera, una vez obtenida la autorización del Servicio Territorial de Cultura de la Junta.

Una vez "transcurrido el tiempo", el Consistorio ha adoptado por esta decisión durante la Junta de Gobierno Local, después de que el propietario "no atendiera los requerimientos" y mostrara al respecto una "falta de voluntad manifiesta".