Así, el resultado sería -incluyendo a dos fuerzas que no llegan al cinco por ciento- la representación de hasta siete partidos políticos, que no podría estar gobernada por el PP en solitario, como viene sucediendo desde hace 23 años, ya que sería siendo la fuerza más votada pero sin mayoría absoluta.

En concreto, si se hacen estos cálculos, el Partido Popular bajaría hasta los 11 concejales (ahora tiene 14) y perdería la mayoría absoluta de la que goza desde hace más de dos décadas; PSOE y UPyD se quedarían como están ahora, con cuatro ediles; IU perdería uno y quedaría con dos; Podemos se estrenaría con otros dos concejales; y tanto Ciudadanos como Vox lograrían un edil, completando así los 25 que componen el consistorio.

Así quedaría la composición sin aplicar ningún porcentaje mínimo que se exige para obtener representación que, por ejemplo, para el Congreso de los Diputados es del tres por ciento.

Sin embargo, para los ayuntamientos la legislación establece un mínimo del cinco por ciento, con lo que el Ayuntamiento de Ávila, de mantenerse los porcentajes de las europeas quedaría conformado por 12 concejales del PP, 4 del PSOE, 4 de UPyD, 3 IU y 2 de Podemos, con las otras fuerzas que no llegan al cinco por ciento mínimo exigido: Ciudadanos con el 4,4 por ciento y Vox el 4,11 por ciento.
 

Congreso y Cortes
La extrapolación de los datos derivados de las Elecciones Europeas del 25 de mayo no varía el mapa en los parlamentos nacional y autonómico, toda vez que los sufragios obtenidos por los partidos mayoritarios les permitirían mantener su representación tal y como está en la actualidad.

Así, en el Congreso de los Diputados, el PP obtendría dos escaños y el PSOE lograría preservar el que ahora posee. Mientras, en las Cortes de Castilla y León, los populares conservarían sus cinco escaños actuales y los socialistas los dos con los que cuenta.