La tromba de agua y granizo que comenzó media hora antes de la salida prevista (16,15 horas) de la procesión del convento de Las Gordillas volvió a traer la inquietud a los integrantes de la Hermandad de Nazarenos Jesús Redentor ante Caifás y Nuestra Señora de la Estrella, que el año pasado no pudieron salir por la lluvia.

Dentro del templo creció la inquietud y, pasadas las 16,30 la junta de gobierno de la hermandad decidió que a las 17 horas se decidiría. Casi cerca de esa hora y, visto que no llovía, se celebró con una ovación los preparativos.

La apertura de la puerta fue recibida con aplausos por los espectadores que esperaban. Cuando había salido ya el comienzo del desfile y asomó el paso de Nuestro Padre Jesús Redentor, otra vez la lluvia sembró de dudas a los responsables, que dudaban y oteaban los claros en el cielo.

A punto de retirar las coronas de las imágenes para entrar de nuevo en el templo, y ante un público impaciente que gritó "esperad, espèrad", partió el desfile. "Al cielo con él", dijo el capataz, y ya no volvió a caer una gota.

Al estilo andaluz, 40 costaleros portaron los tronos de Jesús Redentor, al que escoltaba la banda de El Amarrado, y una treintena a Nuestra Señora de la Estrella, con la Banda Ciudad del Tormes.ç

Santa Teresa

El trono de La Estrella incorporó este año, ante la cercanía del centenario de Santa Teresa, una pequeña figura de la santa en su parte delantera.

Como al comienzo, fue numeroso el público que acudió a presenciar a su regreso la entrada del desfile en la ajustada puerta de Las Gordillas tras descender la nada fácil escalinata con los tronos que pesan en torno a mil kilos.