El clásico curso de la Fundación Cultural Santa Teresa, celebrado el fin de semana entre los días 4 y 6 de abril, abordó de forma rigurosa y amena las recientes investigaciones del patrimonio artístico de la ciudad y de la provincia con ponentes de distintas universidades.

Entre ellos, el comisionado de los Caminos a Santiago por Castilla y León, José Manuel Rodríguez Montañés, ha destacado el “cambio de conciencia” que hace “20 ó 30 años” se produjo en España sobre la “necesidad de la conservación” del patrimonio para pasarlo a las generaciones futuras “por parte de todos los agentes”.

El trabajo que se ha realizado "está dando sus frutos”, no sólo en conservación sino también en gestión, aunque ésta es una asignatura que “sigue quedando un poco pendiente”.

Gestión

“No sólo es mantenerlo sino también gestionarlo para garantizar su conservación”, ha manifestado el historiador que fue coordinador de la Enciclopedia del Románico de Castilla y León.

Hasta 2007, según Rodríguez Montañés, hubo una fase con esfuerzos “especialmente notables” de conservación y de gestión, a través de proyectos culturales, en los que se instaló una mecánica “muy saludable” que ha confiado en que no se rompa, para dar conocer todos los monumentos.

Sin embargo, para el comisionado de los Caminos a Santiago por Castilla y León es “básico” que exista un “compromiso” también por parte de los visitantes, a los que se debe “implicar” en la conservación del bien que visita.

Enfermedad de siglos

En este sentido, el principal “problema” al que se enfrentan todos estos monumentos es “la enfermedad de los siglos”, que se une a las condiciones climáticas y a las calidades de la piedra.

“El desgaste es inevitable”, ha incidido, aunque la intervención de las Administraciones Públicas y de los propietarios de los inmuebles, fundamentalmente la Iglesia, están logrando, a través de restauraciones y de su protección, que ese desgaste sea menor.