Ante la presencia de los expresidentes de la institución provincial Sebastián González y Daniel de Fernando, la sesión plenaria comenzó con un minuto de silencio, tras lo que intervino el diputado provincial y alcalde de Cebreros, para subrayar el papel de su paisano: "ha sido uno de los hombres más importantes de siempre", y ha instado a reivindicar su legado. Los cuatro portavoces resaltaron la faceta de Suárez como "hombre de estado" y el papel jugado en la Transición.

El presidente de la Diputación, Agustín González, ha expresado el "máximo reconocimiento" hacia una figura y el agradecimiento a "su impagable servicio al pueblo español y a la provincia", a la vez que ha recordado que fue el 21 de junio de 1981, cuando ya había dejado la presidente del Gobierno, cuando se le entregó la medalla de oro de la provincia, como uno de "los hijos más ilustres" de la provincia.

Desvelos por Ávila
Fue Daniel de Fernando, dirigente del CDS y entonces presidente de la Diputación, quien le entregó la medalla. Aquella distinción, según González, fue un reconocimiento "a sus desvelos" por Ávila y a su "enorme talla política y su seductora capacidad para la escucha, el diálogo y la concordia".

González ha querido recordar "algunas perlas" que Suárez dijo en el discurso que ofreció al recibir la medalla, entre ellas una frase de las que el expresidente consideraba uno de sus mayores orgullos: "luchar serena pero apasionadamente, democrática pero firmemente, para quitarle a la vida española agresividad y crispación".

"La democracia y la libertad son irreversibles en España y debemos consolidarla entre todos", ha sido otra de las frases recordadas del pleno celebrado hace más de 30 en el mismo salón de sesiones.

González ha dicho admirar a un "estadista con visión de futuro" que en un momento complicado "tuvo que pilotar el complejo y en muchos pasajes doloroso itinerario de la Transición hacia una democracia moderna".

"Su majestad el rey no se equivocó al elegirlo a él para este gran proyecto de Estado", ha señalado. "Ojalá su ejemplo -ha añadido-, por tantos capítulos inolvidable, nos sirva de acicate en el empeño cotidiano por poner lo mejor de nuestras instituciones y nosotros mismos, al servicio de los pueblos que nos han confiado sus deseos y esperanzas".