Para llegar a esta zona, los chavales ascendieron por un camino en pendiente y, de la mano de profesores y agentes forestales sembraron 750 plantones de encinas y otros tantos de pinos con las indicaciones de profesores y personal de medio ambiente.

Entusiasmados y con el recuerdo del incendio, iban buscando un hueco para plantar sus ejemplares con mimo, a los que dejaban incluso regados. Todo ello antes de observar la suelta de un ave recuperado y de dar buena cuenta de un bocadillo.

Fueron 201 niños de entre ocho y diez años de los colegios Moreno Espinosa, de Cebreros; Toros de Guisando, de El Tiemblo; Virgen de Navaserrada, de El Hoyo de Pinares; y Santa Teresa de Jesús, de El Barraco.

El presidente de la Diputación, Agustín González, les ha dicho que comparasen "el bosque perfecto visto en la subida" a la zona con "el bosque mutilado por el fuego", para que "se lleven en su retina la lección, sin más explicación".

Tras esta "repoblación simbólica", ha confiado en que regresen después para observar cómo evoluciona el árbol plantado.

Junto al diputado de Desarrollo Rural, José María García Tiemblo, acudieron diputados provinciales; el subdelegado del Gobierno, José Luis Rivas; y los alcaldes de El Barraco, José María Manso; y de Cebreros, Ángel Luis Alonso. Éste se ha referido a la “importancia” de la “concienciación” de los pequeños sobre la conservación del medio ambiente.

1.000 hectáreas
El incendio, provocado por un fallo en un tendido eléctrico en agosto de 2013, quemó 1.050,19 hectáreas con un perímetro de 15 kilómetros, obligó a un amplio despliegue de medios para su extinción.

Llegó a ser declarado de nivel 2 de peligrosidad (de 0 a 3), obligó a cortar una carretera y a desalojar un núcleo de viviendas. VER IMÁGENES DEL INCENDIO DE CEBREROS EN AGOSTO DE 2013.