Preparada para un tránsito superior al medio millón de pasajeros y un movimiento de 32.000 vehículos al año, la gestión fue adjudicada a Estación de Autobuses de Ávila SL, del Grupo Avanza, y a la Cámara de Comercio.

La infraestructura fue anunciada a finales de la década de los noventa y el proceso para que fuera realidad ha sido más que lento, a pesar de lo cual el director general de Transportes de la Junta, José Antonio Cabreras, no se ruborizó cuando dijo el lunes que no había habido "ningún tropiezo".

De la función intermodal de ferrocarril de la que se habló en su día, con un enlace a la estación de Renfe, no se volvió a saber.

Mientras, la vetusta terminal de ladrillo, que data de principios de la década de los 70, cesó su actividad en la noche del lunes, coincidiendo con la salida a las 23,30 horas del último autobús con destino Madrid. No se conoce su uso futuro.

El nuevo edificio, levantado sobre una parcela cedida por el Ayuntamiento de Ávila, de 10.764 metros cuadrados y situada entre el puente de la estación y Nissan, dispone de una torre de uso terciario y un edificio de uso secundario con área de servicio para las oficinas centrales y las cocheras de los autobuses urbanos, además de 18 dársenas al aire. (VER FOTOS DE LA ANTIGUA ESTACIÓN DE AUTOBUSES).