La Muralla, el Museo de la Encarnación, el Museo de Santa Teresa, el Museo de Ávila, la basílica de San Vicente, el monasterio de Santo Tomás y su Museo Oriental, el Centro de Interpretación de la Mística, y la Catedral y el museo catedralicio son los lugares a los que se accederá con la tarjeta Visitávila.

Instituciones y entidades titulares de los monumentos o edificios que participan en el acuerdo para su puesta en marcha han rubricado el acuerdo de colaboración este lunes. Si la individual tendrá un precio de entre 12 y 15 euros, acudir a todos los lugares adquiriendo entrada en cada uno de ellos sumaría 23,30 euros: En el caso de la familiar, para una pareja y niños de menos de diez años, el precio de todas las entradas sería de 46,40 euros, pero con la tarjeta será de entre 21 y 24.

El convenio pretende el “desarrollo del turismo cultural y patrimonial en la ciudad de Ávila” con el objeto de “determinar y formalizar la participación en la implantación y desarrollo de la tarjeta única y la promoción de la visita pública de dichos inmuebles”. Con la tarjeta se permitirá el acceso a los templos, claustros o museos “exceptuando los momentos en que se celebre un evento religioso en el recinto, según el esquema de horarios y calendario de cada uno”.

Junto al alcalde, Miguel Ángel García Nieto, el convenio ha sido firmado por el obispo de la diócesis, Jesús García Burillo; el deán de la Catedral y párroco de San Vicente, Fernando Gutiérrez; el prior del convento de La Santa, Francisco Brandle; el de Santo Tomás, Rafael Laya; y el jefe del Servicio Territorial de Cultura de la Junta, Alejandro Nuñez.

El regidor, que ha agradecido la “generosidad” de quienes participan en el acuerdo, ha dicho que la puesta en marcha de la tarjeta es un proyecto de hace tiempo, que como “atractivo turístico” mejorará y aumentará las visitas a los distintos lugares emblemáticos de la ciudad, a la vez que ha confiado en que se pueda ampliar a otras actividades.

El obispo también ha aludido a la generosidad de la Iglesia, ya que se perderán “ciertos beneficios” a cambio de “favorecer” el turismo.