Esta iniciativa, que se puso en marcha por primera vez el curso pasado, ha registrado unos resultados “muy satisfactorios”, ya que todos los matriculados “consiguieron aprobar en junio o septiembre”, según Fernando Romera, coordinador del curso.

Se trata de un programa diseñado “para complementar el estudio de las materias que los alumnos cursan en los centros de secundaria”, para que los estudiantes “tengan un apoyo especial en aquellas materias de carácter troncal de las que se examinarán, así como de las asignaturas optativas que hayan elegido”.

Para ello cada día dispondrán de al menos tres horas de estudio dirigido y dos horas de clase con el profesor de la asignatura que corresponda. Al final de cada jornada, harán un examen de una de las materias con el fin de adaptarse a las pruebas escritas.

Física, Inglés, Dibujo técnico, Historia, Filosofía, Matemáticas 1 y 2, Lengua y literatura, Química, Economía y Biología son las materias a trabajar, así como la preparación de sus exámenes.