“Devolver a la gente canciones que antes se cantaban y que se encuentran escondidas en la memoria” es la idea del disco, según Pedro Ángel Almeida, que presentarán el viernes 13 en la capital abulense (Auditorio San Francisco, 20,30 horas) tras haberse dado a conocer en verano en el Valle del Tiétar, donde está asentado el grupo.

Bajo estas canciones se encuentra “un viaje imaginario por el valle imaginario del Cárcavo hacia el lugar donde uno encuentra lo mejor de sí mismo”.

“Para nosotros -dice Almeida- lo más importante son las canciones, esas conjunciones mágicas entre letra y música de cuya unión surge algo más que la suma de las partes”. Son canciones tradicionales y anónimas pero “con un trabajo de adaptación para dar unidad a los temas y conseguir hacer una canción con coplillas sueltas”.

Aldea Sonora surgió hace dos años al coincidir Lorena Hernández (voz y flauta) y Pedro Ángel Almeida (voz y guitarras) en el coro de cámara de la Escuela de Música Luigi Boccherini, de Arenas de San Pedro. Ella era miembro de Ensemble Anxamas, una banda de folk-pop con la que llevaba una década y dos discos grabados, y Almeida fue entre 1979 y 1982 miembro de Cigarra, además de formar otras bandas y editar con su nombre un disco de composiciones propias en 1997.

Tras formar un dúo con voces, guitarra y flauta travesera “se añadió el necesario complemento del bajo y una base contundente”, a cargo de Rodolfo Muñoz, componente de Los Pedales, grupo pop con dos discos en su haber.

El disco se estrenó el pasado 29 de agosto en Arenas de San Pedro y hace unas semanas en Madrid. Los 14 temas fueron grabados entre Ávila, Madrid y Cádiz, entre ellos una pieza, ‘Verde mayo’, procedente de la región portuguesa de Trás-os-Montes, y ‘Como la rosa en la huerta’, elegía que aún hoy recuerdan los sefardíes de Selçuk, en la costa de Turquía.