El proyecto quiere que los alumnos valoren el patrimonio natural, social y cultural del mundo rural, y se desarrolla en Búbal (Huesca), Grandilla (Cáceres) y Umbralejo (Guadalajara). A esta última localidad acudieron durante una semana 22 alumnos y dos profesores del instituto, donde compartieron estancia y actividades con los del IES Suárez de Figueroa, de Zafra (Badajoz).

Pequeño pueblo del norte de la provincia de Guadalajara, en la Sierra de Ayllón, con edificaciones de la arquitectura negra con pizarra y cuarcita, tras quedar abandonado fue reconstruido desde 1984 para acoger encuentros de estudiantes, donde las actividades están relacionadas con las formas de vida tradicionales, con trabajos -por la mañana- denominados tajos para atender huertos, zonas ajardinadas, animales, mantenimiento y reconstrucción de exteriores e interiores del pueblo y reciclado de residuos.

Por las tardes realizaron talleres artesanales de cestería, cocina tradicional, apicultura, danzas, forja y relajación.