La piscina, que fue construida hace 40 años, había sufrió obras en otras ocasiones, pero se trata de las primera vez que afectan al vaso de la instalación y que han supuesto su impermeabilización y el cambio en la profundidad. También han servido para conseguir ahorros a la hora de calentar el agua.

Con un presupuesto de 112.228 euros, se adjudicaron en julio para que con un plazo de dos meses estuvieran listas a comienzos de octubre, sin embargo esto no se cumplió y comenzaron a mediados de septiembre. Por este motivo los usuarios vieron saturada -desde la nueva temporada- la otra piscina en el Complejo Deportivo Sánchez Granado.

Entre las mejoras que se han llevado a cabo, se ha elevado el fondo en mitad de la piscina para mejorar la seguridad de las personas que no saben nadar y realizan ejercicios en el agua, aunque se mantienen las dimensiones mínimas para una competición deportiva.

De este modo, en la entrada ahora tiene 1,25 metros de profundidad, 1,37 en el fondo 1, 1,70 en el fondo 2, y 1,80 en el desagüe.

El menor gasto de agua y energía es otro de los objetivos. Se ha reducido el volumen de agua en 112 metros cúbicos.

La red de entrada del agua mediante orificios se ha sustituido por  21 collarines en el suelo de la piscina, de tal modo que aumentan los puntos de entrada. También se ha impermeabilizado la membrana antideslizante del fondo y las paredes, y se ha cambiado la rejilla del rebosadero.

La piscina fue estrenada por los usuarios en la tarde del viernes. Los fines de semana están dedicados exclusivamente a competiciones.