Según el subdelegado del Gobierno, José Luis Rivas, se quiere mejorar la seguridad de los centros educativos y su entorno, regulando la colaboración entre autoridades educativas y fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, “ofrecer los recursos policiales a alumnos para trabajar en la prevención y protección”, e intensificar la vigilancia alrededor de los colegios.

En Ávila la Policía no ha tenido que intervenir por “casos significativos”, según el subdelegado.

Como principales medidas, el plan incluye charlas en torno al acoso escolar, consumo de drogas y alcohol, bandas juveniles, xenofobia, violencia de género o relacionadas con las nuevas tecnologías.

También “se favorecerán las reuniones con expertos policiales de directivos, profesorado y asociaciones de madres y padres para informar sobre situaciones de riesgo, prevención y mehora de la seguridad, pautas de detección de conductos irregulares y atención individualizada a padres”, según el delegado de la Junta, Francisco José Sánchez.

La presentación se celebró en el IES López Aranguren, donde los alumnos se acercaron a los vehículos de Policía y Guardia Civil.

El plan es resultado de la fusión de la normativa anterior, uno dedicado a la convivencia y mejora de la seguridad escolar y otro de respuesta policial al consumo y tráfico de drogas.

A partir de ahora habrá “una revisión constante y de retroalimentación, tanto en la planificación de posteriores anualidad como la revisión de las herramientas y materiales que componen el plan”, ha indicado el subdelegado.