El secretario provincial del sindicato y miembro de la sección, Óscar García Barroso, ha explicado que la implantación de un nuevo modelo, el NT500, mantiene su cronograma, si bien el proyecto sólo afecta a “la mitad” de la plantilla.

En concreto, ya se están sacando las últimas unidades en pruebas de la gama de 3,5 toneladas del nuevo modelo, para, en febrero, concluir la gama hasta las 7,5 toneladas y poner el producto al completo en el mercado, algo que está previsto comience en noviembre.

Flexibilidad
La otra mitad de la plantilla está a punto de agotar los 60 días de flexibilidad estipulados para el presente año fiscal, que concluirá en abril de 2014, por las paradas en la producción que se están produciendo.

Así, quedan tres días de parada en octubre y tres semanas en noviembre, con lo que se completarán los casi 60 días establecidos en el acuerdo.

No obstante, García Barroso ha confiado en que para el periodo comprendido entre diciembre y febrero pueda producirse “a pleno rendimiento”, a falta de “visualizar un poco más el futuro de la planta”, que pasaría, en su opinión, por dotarle de “mayor volumen” de trabajo.

Pendientes de las perspectivas del fabricante para el próximo año fiscal, también están atentos a la situación del mercado, que “no termina de repuntar”, ha lamentado.

En este marco, también están regresando, de forma escalonada, los cerca de 20 trabajadores desplazados en Barcelona y que se prevé que terminen de llegar “entre noviembre y diciembre”. Ello supondrá tener que “acomodarlos” a la producción de la fábrica de Ávila, que podría terminar este año con en torno a la producción de 10.000 unidades.