La reacción se produce porque la Eurocámara ha dado luz verde a una nueva directiva que prohibirá el tabaco de sabores y aromas, que ya no podrá venderse en 2016, y eliminará la venta de las cajetillas de mentolado en el horizonte 2021.

Este hecho supondrá que “los ingredientes que conforman el tabaco no se diferencien y que su mezcla perjudique a los mejores en detrimento de los de peor calidad, que se producen en otros países”.

Para Candeleda, la consecuencia puede ser “letal”, ya que las variedades burley y virginia que se producen puede dejar de interesar a los fabricantes, ya que “buscarán otros mercados con un tabaco más barato e infinitamente de peor calidad”.

"Medidas tan restrictivas y desproporcionadas provocarán un aumento muy significativo del contrabando de tabaco, dañando así gravemente al sector productor y al conjunto de nuestra economía”, según la organización agraria.
 
En Candeleda, casi medio centenar de productores cultivan 66 hectáreas, considerado de “máxima calidad” gracias al microclima y el agua, que evita el problema de otros tabacos por el cloro que dificulta su encendido.