Y aunque en 2005 la Junta anunció que incoaba expediente por el estado del antiguo convento, aquello quedó en papel mojado, visto que siete años después el deterioro ha avanzado. Ahora se promete la apertura de otro.

El jefe del Servicio Territorial de Cultura, Alejandro Núñez, ha anunciado que se abrirá un expediente a los dueños del edificio “ante el deber que tienen de su conservación” como bien de interés cultural que es desde el año 1991.

La propiedad del antiguo convento, que ha cambiado en los últimos meses, deberá atender al requerimiento de la Administración.

La inspección que giraron arquitectos de la Junta en la mañana del lunes ha dejado ver que “no ha habido afección al patrimonio” y que “no ha habido daños estructurales”, según Núñez, ya que sólo ha afectado a unos sillones que había en el claustro, un cobertizo y maleza del entorno ante “la rápida muy actuación de los bomberos”.

Miembros del cuerpo de bomberos tuvieron que acudir por la mañana ante un rebrote del fuego, y más tarde revisaron de nuevo el interior del claustro, donde quedaban calcinados un sofá, un especie de cobertizo y unas jaulas. Por allí había varias botellas de bebidas alcohólicas y una de limón de Hacendado, a las que no alcanzó el fuego, pero que denotaban la reciente presencia humana.

En realidad, el fuego sólo afectó a unos enseres, como el sillón y un cobertizo, una jaula de animales, la maleza y restos de escombro que llenan la estancia. Todo se encuentra en estado de absoluta incuria, nada parecido a lo que se supone a un bien de interés cultural.