Elaborado por la Cátedra Raimundo de Borgoña, creada por la Cámara de Comercio de Ávila y la Universidad Católica, se propone que “los emprendedores se están moviendo en época de crisis, al menos aquí en Ávila”, al haberse tomado conciencia de la “necesidad de cooperar para crecer y para poder realizar operaciones que les permitan acudir a nuevos mercados y comercializar nuevos productos”.

Así lo ha expuesto el gerente de la UCAV y responsable del observatorio, Vicente Enciso, quien señala que destaca que la tasa de paro, que se situó en el primer trimestre de 2012 en el 25,2 por ciento, ha bajado un 3,11 por ciento respecto al año pasado.

La ocupación hotelera cayó un 12,2 por ciento en el último año, a pesar de que la capital abulense registró una bajada del 14 por ciento en los precios de sus hoteles respecto a 2010, según el Índice de Precios Hoteleros consultado por el observatorio, si bien se ha registrado un crecimiento en el 9 por ciento en los alojamientos rurales de la provincia.

También subrayan otros datos “preocupantes”, como los índices de actividades minoristas por cada mil habitantes, que han caído un 4,1 por ciento respecto a 2010 y de las actividades de hostelería, que presentan un descenso del 2,1 por ciento. En ambos casos, esto supone una evolución anual peor que la media española. Sin olvidar que entre 2010 y 2011 la provincia de Ávila fue, dentro de Castilla y León, la que registró el peor dato en cuanto al número de comercios con una caída del 3,4 por ciento.

Enciso señala que la iniciativa empresarial, la cooperación entre pequeños productores en el caso de las actividades agrarias o la capacidad para reorientar el potencial de las empresas hacia nuevas oportunidades de negocio (tecnología y educación) son los “caminos a seguir”.