“¿Pasarían el David o el Discóbolo el casting de la alcaldesa de Arenas?”: esta pregunta ha sido formulada en la tertulia de ‘Las mañanas de Cuatro’, donde han comentado la decisión del equipo de Gobierno de Arenas de San Pedro de retirar por sus “connotaciones sexuales” una escultura ubicada frente al Ayuntamiento para situarla en un paraje alejado del casco urbano.

Aunque se trata de una decisión adoptada hace dos años, pocos días después de tomar posesión la actual alcaldesa, el asunto se ha convertido en actualidad al afectar también a una obra artística, como el caso en el que se ha visto inmersa Caridad Galán, acusada de censurar una pintura con la imagen de Bárcenas, que luego quiso desmentir.

Así, en el programa de televisión, la regidora municipal ha esgrimido sus argumentos para alejar del centro del municipio ‘El baño de Ataecina’, una escultura que mostraba a dos dioses vettones desnudos y que fue desplaza del centro de la localidad, donde había sido instalada por el anterior gobierno municipal del PSOE e IU.

La escultura, una fuente que recrea las figuras de los dioses de la mitología vettona Ataecina y Vaelico, mide más de siete metros de altura y fue realizada con fondos del Plan E con un importe de 7.500 euros.

Estupendísimo pene
En sus declaraciones a Cuatro, la alcaldesa ha definido la estatua como “muy liberal” y se ha referido al “estupendísimo pene” de la figura masculina, “apreciable a simple vista”, así como a los “pechos exuberantes” de la figura femenina, que también tiene, según ha dicho, “unos órganos sexuales muy apreciables”, lo que ha sido objeto de comentarios no exentos de ironía por parte de los participantes en el programa.

Al respecto, se han preguntado si obras escultóricas como el David de Miguel Ángel o el Discóbolo de Mirón “pasarían el casting de Caridad Galán” o si, por el contrario, “daría la talla el Manneken Pis, un estatua de bronce de 61 centímetros situada en el centro histórico de Bruselas.

También se han escuchado en el programa declaraciones del autor, Fernando Sánchez Blanco, que ha criticado con dureza al grupo de Gobierno por la decisión tomada hace dos años, acusando a sus integrantes de “reaccionarios, papanatas y mentecatos”.

Ha confesado igualmente que no podía creerse que le retiraran la escultura “por atentar contra la moral”, señalando en este sentido que, en todo caso, fue el equipo de Gobierno el que atentó “contra los derechos de autor” al tomar esa decisión.