Este tipo de freno, con cuatro posiciones, se emplea en vehículos grandes como camiones y autobuses en bajadas para no desgastar los frenos principales. En el caso del autobús siniestrado en la Nacional 403, se encontraba en punto cero, o sea, desactivado, cuando fue inspeccionado por un técnico de la Junta de Castilla y León, si bien el conductor había afirmado en su declaración ante la juez que lo había utilizado.

Este dato fue dado a conocer por el abogado del conductor, Miguel Bernal, tras la declaración de seis pasajeros, del encargado de los talleres de la empresa del vehículo -Cevesa- y del inspector de transportes terrestres de la Sección de Transportes de la Junta, Agustín Grande,

Según el letrado, el técnico de la Administración “no excluye la posibilidad de que el propio conductor fuera el que lo accionara y lo dejara sin efecto nada más producirse el golpe, por pura prudencia”.

De todos modos, el mismo técnico -según el abogado- la bajada donde se produjo el accidente “tampoco exigía” su utilización.

El abogado ha explicado a los periodistas que el freno eléctrico es “como un intermitente con cuatro posiciones”, según las cuales frena más o menos el motor.

Ha reiterado que cuando se revisaron los restos del vehículo estaba en punto cero, aunque su patrocinado afirmó que lo había utilizado, a la espera de lo que diga el tacógrafo. “Y no hay nada que diga que no se ha utilizado”, ha añadido.

"Que me hubiera matado"
Entre los seis ocupantes del vehículo, Máximo Martín, de 74 años y de Villanueva de Ávila, ha manifestado a las puertas del edificio judicial que tras el siniestro escuchó al conductor: “más vale que me hubiera matado yo”.

Martín viajó justo detrás del conductor, con el que había ido varias veces: “yo lo vi normal, como otros días”. “No dio un volantazo mal ni nada, pego el pelotazo y a tomar vientos”, ha recordado del momento del accidente, cuando aseguró no haber escuchado nada, sólo “el golpe que pegó”.

Emocionado, el hombre ha rememorado que junto a él viajaba también un hombre de Navalmoral de la Sierra que falleció en el accidente. Él salió “por debajo” de una de las puertas del autobús “arrastrado” por algunas personas que le sacaron “como pudieron”.

Otra testigo ha sido una joven de 16 años. Su madre, Gloria García, es la alcaldesa de Navalmoral de la Sierra, no ha olvidado que este jueves se cumplía un mes del accidente.

"No habla, no comenta"
Su hija, que recibe atención psicológica, “sólo se acuerda del miedo” que pasó, ya que “no habla, no comenta” lo ocurrido, sólo que la contó tras el accidente haber escuchado “un ruido y después el golpe”.

La joven, que estuvo hospitalizada 24 horas, tiene 55 puntos en la pierna derecha “de por vida”.
Acerca del procedimiento del caso, el fiscal, Óscar Barrios, ha indicado que confía en que la instrucción termine en otoño, para  en invierno “terminar la calificación a lo largo del invierno” y fijar el señalamiento del juicio en función de lo que determine el Juzgado de lo Penal.