La obra, titulada ‘Sobre todo Bárcenas’, está firmada por el pintor asturiano Toño Velasco.

La exposición fue inaugurada por la alcaldesa el domingo. Y en una reunión celebrada el lunes con miembros de varias asociaciones relacionadas con la exposición, la regidora les ha pedido retirar el cuadro de Bárcenas, y les ha dicho que “todavía no es culpable” y que “le puede pasar como a Pepiño Blanco, que ha sido absuelto”, según han explicado en un comunicado, en el que aseguran que Galán les preguntó si no tenían una obra con Alfredo Pérez Rubalcaba para situarla en el hueco que dejaría la del extesorero.

También les ha dicho que les parecería a ellos que se expusieran cuadros sobre Carrillo o La Pasionaria.

Según indican en el comunicado, “con ánimo autoexculpatorio, la alcaldesa finalmente aclaró que había recibido una llamada del partido con la orden de obligar a retirar el cuadro”. “No lo consideró censura, sino solo un intento de evitar que la muestra se politice”, añaden.

Otras obras del mismo autor muestran a Iñaki Urdangarín huyendo por una venta seguido del rey Juan Carlos.

Los artistas organizadores de la exposición, que aseguran que en la inauguración la alcaldesa les dijo que no les gustaba que una caricatura de Angela Merkel presidiera de la muestra, han decidido mantener la exposición “tal como está”, sin retirar la lienzo de Bárcenas, y han anunciado que ahora “esperan la decisión de la alcaldesa”.

La muestra de arte contemporáneo reúne trabajos de 50 creadores, cuyas obras han sido seleccionadas por el grupo Añil, compuesto por artistas del Valle del Tiétar que quieren mostrar trabajos de autores de otros lugares.

Otro caso

En julio de 2011, a los pocos días de tomar posesión del mandato, el nuevo equipo de Gobierno de Arenas con Galán al frente acordó la retirada de ‘El baño de Ataecina’, una escultura ubicada frente al Ayuntamiento, que mostraba a dos dioses vettones desnudos. 

Las explicaciones que ofreció el grupo de gobierno fueron que la obra era “de mal gusto, pornográfica y sexista”, además de situarse en un sitio “inapropiado”, al lado de la iglesia y “a la vista de los niños que juegan en la plaza”.

La escultura, una fuente que recrea las figuras de los dioses de la mitología vettona Ataecina y Vaelico, mide más de siete metros de altura y fue realizada con fondos del Plan E con un importe de 7.500 euros.

El autor, Fernando Sánchez, se defendió argumentando que la escultura está “exenta de ideologías políticas” y que nunca fue su intención “ofender o herir ninguna sensibilidad”, al tratarse, según él, de “un homenaje a la cultura de nuestros ancestros y a su profundo respeto por la naturaleza”.