El coordinador provincial, José Alberto Novoa, ha exigido al Partido Popular que se haga cargo de “las responsabilidades políticas por todo lo que está ocurriendo con Bankia, y en concreto, la dimisión de todos sus cargos de Agustín González”, por “dignidad, y que además pida perdón”.

“Ante la negativa del Partido Popular a dar explicaciones, a que se formen comisiones de investigación, González debería presentar su dimisión, al igual que el ‘amigo crítico’ de Juan Vicente Herrera, Antolín Sanz”, porque “es lo mínimo que por dignidad se puede hacer, pero no sin antes pedir perdón por haberse llevado los ahorros de los abulenses de esta provincia y ante los numerosos puestos de trabajo destruidos”.

La dimisión debe presentarla “transparencia y altura política” ante un proceso que ha calificado como “estafa”, ya que “lo que está ocurriendo no es una crisis financiera, sino una estafa, en la que el gobierno del Partido Popular está mirando más por la banca y quien lo propició”.

“La frase ‘no hay dinero’ no vale cuando nos va a costar más de 23.000 millones de euros solucionar el mayor fracaso financiero del país”, ha dicho Novoa, a la vez que ha exigido que “a quienes nos han llevado a esto se los aplique el copago para salvar Bankia, porque a cada ciudadano nos va a costar este proceso 500 euros”, y ha insistido en criticar que PP y PSOE “ponen trabajas a las peticiones de IU en el Parlamento para que se investigue lo sucedido”.

Abstención
“Nos han tomado el pelo”, asegura Isabel Casillas, coordinadora de áreas, tras “la confianza que pidió el presidente de la Caja a todos los abulenses cuyo resultado ha sido el deterioro de la atención, elevadas comisiones, participaciones preferentes que se han devaluado y que han dejado a los abulenses sin ahorros”.

“Han pasado poco menos de dos años, pero el tiempo, desgraciadamente, nos ha dado la razón”, y ha recordado que el 14 de septiembre de 2010 IU se abstenía en la votación por la que Caja de Ávila se integraba en Bankia.

“Siempre defendimos -añade- la necesidad de mantener el carácter social de las cajas, potenciar un proyecto regional, que no se perdieran oficinas y se mantuvieran los puestos de trabajo, pero otros se decantaron por otra opción a la que IU siempre mostró su negativa”.