La investigación por parte del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Arenas de San Pedro, con apoyo de agentes y de la Policía Local de Candeleda, comenzó por el aumento de robos en segundas residencias y casas de campo en el término municipal de Candeleda a finales de 2012.

En un plan específico aplicado a comienzos de año se identificó a un grupo de jóvenes vecinos que pudieran estar implicados, y a mediados de abril comenzó la Operación Michones. En un registro domiciliario se intervinieron 188 plantas secas de  marihuana seca, lista su distribución, junto a focos, calefactores, báscula de precisión y bolsas auto cierre para el envasado. Se detuvo a un hombre como supuesto autor de un delito contra la salud pública.

A pesar de las medidas de seguridad adoptadas por el grupo delictivo se pudo demostrar su compleja organización, perfectamente estructurada, y donde sus miembros tenían unas misiones claramente definidas y estructurada en tres células, cada una de ellas especializada en un tipo de hecho delictivo.

Tres células
Una se dedicada principalmente al robo de cobre y material para su posterior venta como chatarra, otra a la sustracción de viviendas, sobre todo televisores, componentes informáticos y electrónicos, y herramientas para labores del campo. Y una tercera especializada en sustraer en casas de campo y herramientas y material de uso agrícola, así como para buscar personas que adquiriesen los efectos robados y dar salida a los efectos sustraídos de todo el grupo delictivo.

En el transcurso de la investigación se han recuperado numerosos efectos sustraídos, que ya han sido entregados a sus dueños.

Los detenidos son 21, de entre 17 y 25 años, y tres de ellos menores de edad, la mayoría residentes en Candeleda. Además hay ocho imputados, dos de ellos menores.

De los 77 hechos delictivos, 49 son robos con fuerza, 13 delitos de receptación, 11 hurtos, dos faltas de hurto, uno de asociación ilícita, otro contra la salud pública. La mayoría ocurrieron en el término de Candeleda, aunque algunos se perpetraron en las localidades toledanas de Ocaña y Talavera de la Reina, y otros en la comarca de La Vera cacereña.

La operación Michones se une a la denominada Macarando, en la que también se desarticuló una banda dedicado a los robos con fuerza, en este caso en la comarca de Pinares.